26 de septiembre de 2018

Emociones y Cerebro





Cerebro racional - Cerebro emocional 



El cerebro racional se ubica en la corteza prefrontal, esta corteza junto con el resto del cerebro es necesaria para la llamada memoria de trabajo. Un tipo de memoria consciente y explícita implicada en el razonamiento, la resolución de problemas, la toma de decisiones y la planificación del futuro. La dopamina es su neurotransmisor.



El gran puente entre el cerebro racional y el emocional se encuentra en la zona inferior, justo por encima de la órbita de los ojos. Esta zona recibe información de la amígdala, del tálamo, neocortex y del tronco del encéfalo. A su vez, envía información a la amígdala y a la corteza prefrontal dorsolateral, al hipocampo, a la corteza cingulada anterior y a otras regiones del neocortex.

Llamamos cerebro emocional a lo constituido por el hipocampo o el tronco del encéfalo y regiones de la corteza cerebral como la amígdala. Esta es la base de operaciones, de este sistema emocional. recibe información sensorial y perceptiva de todas las regiones del neocortex, también la del corteza prefrontal, sede de los procesos racionales.

Cuando le llega información a la corteza cerebral de un estimulo o situación amenazante, lo trasmiten a la amígdala quien activa otras partes del cerebro emocional que desencadenan las respuestas del organismo.
El cuerpo emite las respuestas musculares y las posturas adecuadas a la situación. es una respuesta instintiva que nos prepara para la acción.

Podemos decir que estas son las emociones básicas:

 Ira: Provoca contracciones de los músculos, aceleración cardíaca, segregación de adrenalina. nos prepara para luchar y defender lo que poseemos.
 Miedo: Nos advierte de la presencia de una amenaza, tal vez superior a nuestras fuerzas. hace que nos escondamos inmediatamente o que salgamos huyendo.
 Asco: Protege nuestra salud de venenos o alimentos en mal estado.
 Placer: Nos atrae hacia aquello necesario para la supervivencia: la comida, el descanso, el sexo, diversión para el aburrimiento...
 Tristeza: Nos advierte que hemos perdido algo importante y expresa a los demás que necesitamos ayuda.
 Sorpresa: Hace que nos detengamos ante un estímulo inesperado para poder calibrar mejor nuestra respuesta.
 Desprecio: Una emoción social, pues indica que normas de convivencia son censurables.

Cuando una emoción se dispara provoca sentimientos. Gracias a los sentimiento uno se da cuenta que ha sucedido algo que requiere una respuesta. Cada emoción concreta nos provoca un sentimiento y unas sensaciones específicas, vienen acompañadas también de expresiones faciales y corporales concretas.

Fuente: Instituto de neurociencias de la Univ. Autónoma de Barcelona. 
Edición especial de Nacional Geographic, cerebro y emociones.

**En el caso del trauma, estrés crónico,  podríamos decir que hay demasiada activación de los sistemas de alarma, (defensa, huida o congelación) donde la amígdala se activa o se mantiene activada más de lo adecuado o necesario, estas activaciones fisiológicas producen malestar.


  Los procesos Psico-corporales son de gran ayuda en estos casos.

Mariana.