23 de noviembre de 2012

Entrevue Francoise Mezieres P1


Entrevue Francoise Mezieres P2


FRANÇOISE MEZIÉRÈS: UNA MUJER, UNA VIDA, UNA REVOLUCIÓN...


FRANÇOISE MEZIÉRÈS: UNA MUJER, UNA VIDA, UNA REVOLUCIÓN...


Creo justo y necesario dedicar este
artículo a Françoise Meziérès,
fisioterapeuta, que dedicó toda su vida
al trabajo corporal dando un giro
revolucionario a los principios básicos
de la fisioterapia clásica.

Mi primer contacto, con el Método
Meziérès, lo tuve al leer un libro que
me fascin ó y que despertó en mí un
interés muy profundo por conocer este
trabajo:"El Cuerpo tiene sus razones",
de Thérèse Bertherat . Posteriormente,
tuve la suerte de formarme en
Diafreoterapia con dos de sus
discípulas, Malen Cirerol y Linda
Jent, grandes maestras y profesionales
del trabajo corporal. Finalmente, me
dedici a ir a Paris para formarme con
aquellos/as discípulos/as que hasta los
últimos días estuvieron el lado de F.
Meziérès, quienes supieron coger su
relevo y a quienes les agradezco el
espíritu, la filosofía y el saber estar
que me han sabido transmitir del
Método Meziérès.

Para terminar esta pequeña introducción, me gustaría añadir que es a partir de los
descubrimientos realizados por Françoise Meziérès cuando se da un "antes y un
después" en la fisioterapia clásica, aunque desgraciadamente algunos terapeutas que han
conocido este trabajo se han olvidado por completo de las Leyes y Principios
fundamentales del Método, distorsionándolo totalmente sin tener en cuenta la
rigurosidad y la disciplina transmitida por su creadora. No obstante, todavía quedan
algunos fisioterapeutas que siguen reconociendo cual es el origen de su filosofía de
trabajo y ésta no es otra que el Método Meziérès y los magníficos conocimientos y
enseñanzas que nos supo transmitir.


BIOGRAFIA
Nació el 18 de Junio
de 1909 en Hanoi
(Vietnam), donde su
padre estaba como
agregado en la
embajada. Allí vivió
hasta la edad de 9
años. En 1918 vuelve a

Francia, diplomándose como
fisioterapeuta en 1938. Fue profesora en
“l´École d´Orthopédie et de Masaje” de
París, donde enseñaba gimnasia clásica,
además de anatomía y fisiología. En esta
misma época, dará clases en la “Escuela
de Enfermería” y garantizará los cursos
de gimnasia clásica en “l´Ecole de la
Salpetrière de Paris”.

Los 10 primeros años de su vida
profesional los dedica a la enseñanza. En
1947 escribe su primer libro titulado “ La
Gymnastique Statique ”; un tiempo antes
de su descubrimiento fundamental, en
1949, de la originalidad de su método, el
cual explicará en su libro “Révolution en
Gymnastique Orthopédique”.

Françoise Mézières abandona París en
1957 debido a que sus descubrimientos
estaban en contradicción con la
enseñanza clásica que se impartía en las
escuelas de fisioterapia de la época, con
respecto a las enseñanzas que ella quería
impartir.
Expuso por primera vez su Método en
1967 a los homeópatas del “Centro
Homeopático de Francia”.

Retirada en l'Ille d'Elle, en Vendée,
organizará su propia formación hasta
1973, fundando la A.M.I.K. (Association
Mézièriste Internationale de
Kinésithérapie). La A.M.I.K. nace con el
objetivo de reagrupar a los fisioterapeutas
diplomados que han realizado la
formación específica del Método
Meziérès en Francia, reconociendo la
originalidad del Método Mézières,
favoreciendo su promoción y evolución,
así como defenderse contra las
adaptaciones perjudiciales.
 
De 1974 a 1983 cada vez enseñará a un
número mayor de alumnos en la ciudad
de Saint-Mont, como resultado del éxito
de sus técnicas entre los fisioterapeutas.
En 1984 publicó su último libro
"Originalité de la Méthode Mézières", en
el que describe otras cadenas musculares
además de la Cadena Posterior.

Françoise Meziérès no fue una escritora
muy prolífica, sino más bien se dedicó
fundamentalmente a la formación de sus
alumnos, que siguió dirigiendo hasta el
jueves 17 de octubre de 1991, fecha de su
muerte tras una larga enfermedad.

Françoise Meziérès cambia el enfoque
sobre la gimnasia y la fisioterapia clásica.
Pone en evidencia los ejercicios de
potenciación realizados en la gimnasia
tradicional. Quizás será recordada como
la precursora del concepto de Cadena
Muscular, siempre considerando al ser
humano desde la perspectiva de la
globalidad.

"La forma perfecta es la forma normal del cuerpo, la que cualquier cuerpo debería tener
sino estuviera deformado por el exceso de tensión de las cadenas musculares, en
especial, de la cadena muscular posterior".


EL ORIGEN DE SU MÉTODO



Cuando una
mañana de
primavera de
1947 vimos
entrar en
nuestro
gabinete a una
paciente que
presentaba una
acusada cifosis,
nosotros no
dudábamos en

absoluto de nuestra profesión ni de la
gran cantidad de enfermos que habían
sido curados.

Se trataba de una persona longilínea, muy
alta y muy delgada. Un corsé de cuero y
hierro habían causado, no el
entorpecimiento alcanzado ya en el
progreso, decididamente inexorable de su
mal, sino unas equimosis en las caderas y
alrededor de los hombros, además de
tener siete vértebras en carne viva al
igual que el ángulo inferior de los
omóplatos. Pero la enferma no se quejaba
y venía porque ya no podía levantar los
brazos ni trabajar. Naturalmente,
intentamos los ejercicios de
“enderezamiento” y el trabajo de las
dorsales para fortalecer los “extensores”
de la espalda; pero la rigidez era tal que
nada resultaba.

Colocando a nuestra paciente en decúbito
dorsal presionamos sobre los hombros y
vimos, con gran sorpresa, que se producía
una enorme lordosis lumbar, aunque,
cuando se examinaba a la paciente de pie,
ésta sólo presentaba una cifosis dorsal.
Para evitar añadir otro mal al ya
existente, basculamos la pelvis hacia
atrás acercando las rodillas al abdomen y,
ante nuestra nueva sorpresa, vimos como
la hiperlordosis lumbar desaparecía
apareciendo en la nuca; la cabeza

En efecto, en aquel momento dábamos
clases en la Escuela francesa de
Ortopedia y Masaje, y en la Escuela de
Salpêtrière, y estábamos totalmente
convencidos de la exactitud de los
principios ortodoxos según los cuales la
gravedad era el enemigo número uno de
nuestra estática y los músculos
antagonistas de ésta eran los dorsales y
los abdominales, ayudados por una sólida
constitución que favorece la oxigenación;
nosotros no dudamos en aplicar todos
estos principios magistrales y
universales, pero erróneos, adoptando
astutamente, según los casos, este plan:
abdominales, dorsales, respiración.

Este programa pertenecía a todas las
gimnasias, pues tanto en el hospital como
en la escuela, en la playa, en el ejército e
incluso en la televisión se nos muestra su
aplicación con motivo del entrenamiento
de cualquier disciplina deportiva.

En fin, seguros de que nuestros ojos no
nos engañaban, llegamos a las
conclusiones necesarias para establecer el
tratamiento. Puesto que la corrección de
la cintura escapular implica una lordosis
lumbar y que ésta se desplazaba hacia el
cuello, tuvimos que admitir para este
caso lo que ahora enunciamos como una
ley: “el alargamiento de un músculo
posterior cualquiera implica el
acortamiento del conjunto de la
musculatura posterior”.

Ahora sabemos que los miembros
inferiores tienen el mismo
comportamiento y que actúan sobre la
espalda, de modo que el hueco poplíteo
representa, para nosotros, una tercera
lordosis fisiológica. Así pues, para este
individuo, ningún músculo posterior era
demasiado débil ni demasiado largo,
incluso en la región cifótica; al contrario,


quedaba hacia atrás siendo imposible
acercar el mentón al cuello.

El hecho era claro, pero ante su
complejidad decidimos no fiarnos sólo de
nuestros ojos y, finalmente, repetimos la
experiencia delante de un colega.

todos eran demasiado cortos, rígidos y
tensos. El individuo no se ve “aplastado”
por la Ley de la Gravedad sino encogido
por su propia fuerza, la de sus dorsales.
Por lo tanto, en lugar de reforzar esta
musculatura, se debe ablandar estirándola
de un extremo a otro del raquis, como si
se tratara de una lordosis, aunque al
principio de la enfermedad el enfermo
sólo presentaba una cifosis”.

instantáneamente un bloqueo respiratorio en inspiración.
LEYES FUNDAMENTALES DEL MÉTODO MEZIÉRÈS


1ª Ley:
Los numerosos músculos dorsales se comportan como un
sólo músculo.


2ª Ley:
Estos músculos son, sin excepción, demasiado fuertes y
demasiado cortos.


3ªLey:
Toda acción localizada, tanto de estiramiento como
contracción, provoca instantáneamente el acortamiento del
conjunto de la cadena muscular.


4ª Ley:
Toda oposición a este acortamiento de la musculatura
provoca instantáneamente lateroflexiones y rotaciones del
raquis, y de los miembros.


5ª Ley:
La rotación de los miembros se efectúa siempre en rotación
interna.


6ª Ley:
Toda elongación, dolor, torsión, todo esfuerzo implica


APORTACIONES AL TRABAJO

CORPORAL
-El REFLEJO ANTÁLGICO A PRIORI,
el cual es parte de los mecanismos de
defensa que tiene nuestro biosistema para


-El concepto de
CADENA
MUSCULAR,
entendiendo ésta
como un
"sistema de
músculos poliarticulares imbricados; es
decir, recubriéndose como las tejas de un
tejado". De lo que se deduce que “todos
los músculos que forman parte de una
cadena muscular son solidarios, de modo
que cualquier acción localizada (tanto de
estiramiento como de acortamiento)
provoca el acortamiento del conjunto de
la cadena”. Estas cadenas musculares son
siempre hipertónicas y no se pueden
alargar más que por un estiramiento
isométrico.


-La TEORÍA de las COMPENSACIONES 
hace
referencia a la
fuerte tensión y
acortamiento muscular que presentan los
grupos musculares posteriores, debido a
mecanismos de compensación muscular
provocados siempre por el bloqueo
diafragmático en inspiración y la rotación
interna de los miembros.

evitarnos sentir dolor y sufrimiento.
Sabemos que nos vemos afectados y
deformados por un tono muscular mal
distribuido. Comprimidos por nuestra
propia fuerza intentamos escapar a las
dificultades que nos ocasiona. Por lo
tanto, todo se centra en intentar escapar a
la tensión de nuestros músculos, en este
caso posteriores, ayudados por los
rotadores internos y el diafragma, o en
intentar huir “a priori” del dolor. Así es
como aparecen nuestras deformaciones y
nuestras enfermedades que, poco a poco,
desencadenan tensiones que no sabemos
relajar y dolor que sabemos evitar. Con
ello, llegamos “a posteriori" a posturas
antiálgicas.

-El descubrimiento más revolucionario
de F. Meziérès fue que la LORDOSIS era
MÓVIL, pudiéndose desplazar como una
anilla sobre una barra de cortina, a lo
largo de toda la columna vertebral. De
ahí que si se elimina la lordosis cervical,
por ejemplo, no será raro encontrarla
añadida a una lordosis de un segmento
más abajo; por eso, al realizar el
tratamiento de un segmento, sin tener en
cuenta las compensaciones del resto de la
cadena, será un tratamiento inútil.


Diafreo, terapia corporal de integración



Tenemos todos, salvo alguna excepción, los mismos músculos y los mismos huesos. Sin embargo las formas de nuestros cuerpos son muy diferentes.
Y es que la forma de nuestro cuerpo y nuestra actitud corporal dicen mucho sobre nuestra historia. Se han ido moldeando según las diferentes respuestas que cada un@ de nosotr@s ha generado en el proceso de adaptación y de supervivencia, física y psíquica, al medio social y familiar en el que nos ha tocado vivir.
Nos hemos adaptado: bloqueando algunas zonas de nuestro cuerpo, hemos aprendido a inhibir ciertas respuestas y a aislar informaciones conflictivas, que nuestros sentidos nos enviaban. O bien hemos tenido que cambiar sutilmente una postura, para no sentir más un dolor físico.
El precio ha sido la pérdida de la flexibilidad, de la espontaneidad, de ciertos movimientos y también, de nuestra capacidad de respuesta; de la conexión a ciertas áreas de nuestra memoria. Originando todo ello una pérdida, mayor o menor, según nuestra historia, de parte de nuestra identidad.
En Diafreo buscamos la armonización integral de la persona. Tomando como base un trabajo corporal, buscamos recuperar, mediante la liberación de las tensiones y la conciencia corporal, cada parte de nuestro cuerpo. Liberando las experiencias y expresiones guardadas en las memorias corporales, pretendemos recuperar, además de la salud, los fragmentos de nuestra identidad hipotecada.

Françoise Mézières, la revolucionaria.
El trabajo corporal en Diafreo, está principalmente basado en los principios de fisiología muscular que fueron establecidos por Françoise Mézières.
Iniciando sus observaciones en el curso de los años 40, esta fisioterapeuta, profesora en la escuela de fisioterapia de París desarrolló, a partir de ellas, un método que tomó su nombre: el método Mézières.
Según estos principios, la musculatura actúa siempre en cadena, destacándose principalmente la cadena posterior que va desde el cráneo a los pies, con una prolongación en la cadena interna.
Estas cadenas musculares descritas por ella, junto a la cadena lateral descrita en Diafreo, están invariablemente y crónicamente acortadas e hipertónicas, porque son, en nuestros movimientos habituales y cotidianos, solicitadas continuamente en contracción y nunca estiradas. Así el conjunto que forman va acortándose paulatinamente a lo largo de la vida.
Este acortamiento se acelera como respuesta a traumas físicos y en todo proceso degenerativo.
Las teorías de Françoise Mézières nunca han podido ser refutadas, porque son demostrables sobre cualquier persona. Sin embargo su método ha ido extendiéndose y desarrollándose lentamente y difícilmente siendo frecuentemente adulterado y tecnificado, incluso por sus propios seguidores. Pues, a pesar de su aplastante lógica, su aplicación es compleja, y, sobretodo, sus bases teóricas se enfrentan a la hipótesis sobre el funcionamiento muscular que siempre ha predominado en medicina, en rehabilitación, en gimnasia, e incluso, en los métodos alternativos. Oponiéndose su mirada holística a la forma de pensar condicionada por el razonamiento lineal y analítico en el que tod@s nos hemos formado.
La historia de nuestra vida da forma a nuestro cuerpo.
En Diafreo, la experiencia nos ha demostrado que estos procesos de acortamiento y contracción crónica de las cadenas musculares no responden solamente a procesos físicos, como describió Mézières, sino que se configuran y aceleran también debido al proceso de adaptación al entorno y a los traumas psíquicos
La forma del cuerpo, las posturas y la actitud corporal que se adquieren al transcurrir los años, permiten modular o bloquear el flujo de la información sensorial y nerviosa, inhibiendo o disminuyendo así su impacto emocional. Condicionan también, de esta forma, la capacidad de respuesta, inhibiendo la expresión emocional del cuerpo, adaptándola a las demandas y represiones del entorno.

Nos expresamos con los músculos.
Para nuestra expresión emocional utilizamos la musculatura. Y los músculos de nuestra cara, nuestros brazos, piernas, garganta etc… son regularmente contraídos e inhibidos para limitar esta expresión.
El proceso de acortamiento de las cadenas musculares está en relación directa con el proceso defensivo: tanto si necesitamos defendernos de situaciones e informaciones que resultan traumáticas y difícilmente asumibles por nuestro psiquismo, como si, debido a accidentes o caídas, nos protegemos de las informaciones de dolor mediante movimientos, posturas y contracciones crónicas antiálgicas.
En una situación como en otra, estas tensiones que se organizan para bloquear las informaciones dolorosas e inhibir respuestas y movimientos conflictivos, siempre, invariablemente, lo hacen siguiendo el trayecto de las cadenas musculares descritas por Mézières.
Sin embargo, la capacidad selectiva de control sobre el sistema nervioso y muscular no aparece en el nacimiento. Un bebé no puede controlar voluntariamente más que los ojos y la boca. La capacidad de control sobre la musculatura y el sistema nervioso va madurando de forma progresiva a lo largo del crecimiento. Por lo tanto, según en qué época de la vida hayan aparecido las experiencias mayormente inhibitorias o traumáticas, dependiendo del estadio de maduración en esta etapa, los procesos de bloqueo serán más globales o localizados. Y diferentes las zonas o funciones afectadas, organizando así la forma futura de nuestro cuerpo.
Para mantener estos bloqueos, utilizamos los músculos y el bloqueo de la respiración en mayor o menor grado. En Diafreo llamamos estructurales a estas tensiones profundas y crónicas, que van organizándose principalmente durante el crecimiento, porque son las que, además de configurar la forma del cuerpo, condicionan lo que se suele llamar el carácter.
Por otra parte, es mediante la forma de nuestro cuerpo y de nuestra actitud corporal que participamos en la comunicación no verbal que, en un plano sutil, la mayor parte del tiempo inconsciente, está siempre activa.
Así, por ejemplo, si por la calle se acerca una persona con el pecho abombado y la barbilla prominente, no recibimos de ella el mismo mensaje que el de otra que se aproximara con el pecho y la barbilla hundidos.



El dolor oculto.
Esta nueva organización de la musculatura si bien muchas veces consigue su finalidad, provoca el alejamiento de nuestro eje armonioso y de la percepción de partes de nosotr@s mism@s. Se inicia así un sistema de fuerzas compensatorias, que irán creciendo en espiral, y que afectarán el equilibrio corporal y psíquico.
Al cabo del tiempo, un dolor o un síntoma puede aparecer en cualquier lugar de la cadena siendo muchas veces consecuencia de un antiguo dolor olvidado del que huimos en su tiempo.
Será observando como y porqué se organizaron estas tensiones compensatorias y actuando sobre ellas en su totalidad que llegaremos probablemente a este primer dolor; el que pudo provocar el inicio de la espiral compensatoria y que fue llamado por F. Mézières “dolor oculto”.
Para la Diafreo, este dolor no se limita al cuerpo físico, sino que muchas veces es de origen psíquico.

Las tensiones crónicas afectan a todos los sistemas.
Este círculo vicioso, que mantiene estas tensiones y que a su vez es mantenido por ellas afecta a todos los sistemas: visceral, hormonal, circulatorio, nervioso y músculo-esquelético y también al sistema energético.
En Diafreo no diagnosticamos ni tratamos un síntoma o una enfermedad concreta, pero la experiencia demuestra que al reequilibrar la forma del cuerpo eliminando tensiones musculares crónicas, órganos y sistemas: circulatorio, linfático y nervioso, que estaban comprimidos o desplazados, recuperan o mejoran sus funciones.
Es sorprendente observar como muy raramente se tiene en cuenta el posible origen dinámico y emocional de muchas disfunciones del organismo.
Así, por ejemplo: para no llorar, cuando el flujo del llanto aparece, utilizamos la tensión de, entre otros, los músculos de la parte anterior del cuello para detenerlo. Cuando la inhibición del llanto es mantenida o repetida, la respuesta se memoriza y acaba produciéndose una tensión crónica e inconsciente. Esta tensión impedirá más adelante el libre fluir del llanto, a pesar de la voluntad o del deseo.
Pero, además, la rigidez crónica de esta musculatura, al presionar de una manera continuada los principales vasos sanguíneos que irrigan el cerebro y por consiguiente su circulación de retorno, provocará o contribuirá, en mayor o menor grado a un enlentecimiento de la circulación cerebral y una disminución de su oxigenación con todas las consecuencias que de ello pueden derivar.
Porque los cambios en la forma del cuerpo provocan también cambios en su función fisiológica: arriba

La forma condiciona la función.
La forma armónica de nuestro cuerpo no es caprichosa.
Está perfectamente orquestada para que cada órgano, cada función fisiológica y psíquica reciba la información, la circulación, el espacio, para su equilibrado funcionamiento.
También para que podamos tener una respuesta adecuada al flujo de información que nuestros sentidos vehiculan y que todos nuestros sistemas nos transmiten tanto en lo que se refiere a los estímulos que nos llegan del exterior, como de nuestros sentimientos y emociones.
Sin embargo, cuando esta forma cambia debido a las tensiones que la vida va escribiendo en nuestro cuerpo, este conjunto armónico queda condicionado y a su vez condiciona todos los sistemas vitales.
Imaginemos el funcionamiento de un sistema de riego en un jardín.
Un acodamiento, una piedra que comprima el sistema, afectará al riego de toda una zona, provocando problemas en las plantas. La solución definitiva no será tratar las plantas sino restablecer el buen funcionamiento del sistema de riego.
Igualmente en nuestro cuerpo, un cambio de situación de un órgano, de una red de comunicación, la compresión de un vaso o de un nervio, afectará inevitablemente su función y tendrá repercusiones en la orquestación del conjunto. Y provocará síntomas o patologías que rara vez se relacionarán con la estructura muscular y psíquica.

¿Cómo actuamos en Diafreo?
En Diafreo utilizamos diferentes posturas, adaptadas a cada persona. Estas posturas buscan poner en estiramiento lo más globalmente posible estas cadenas musculares, observando minuciosamente las diferentes compensaciones, que en un intento de las cadenas por mantener siempre la misma longitud del conjunto, van apareciendo en diferentes puntos del cuerpo.
En cuanto a estructura muscular, conseguimos así un trabajo muscular isométrico, es decir: el músculo trabaja estirado en su máxima longitud siendo así traccionado el tejido conjuntivo (parte blanca del músculo), mientras la miofibrilla (parte roja del músculo) es estimulada. De esta forma la musculatura aumenta en fuerza y elasticidad y no en dureza y contracción como sucede cuando se solicita su trabajo en acortamiento (trabajo isotónico). Por ejemplo al levantar pesas y en la mayoría de los ejercicios gimnásticos.
Al soltar el exceso de tensión de los músculos de la cadena posterior, sus antagonistas, siempre faltos de tono, tendrán de nuevo la posibilidad de tonificarse. Y las articulaciones dejarán de ser tironeadas por los músculos acortados pudiendo recuperar así su lugar y su función.

Observamos la respiración y las compensaciones.
En estas posturas, son fundamentales: la vigilancia de la respiración, procurando impedir todo bloqueo respiratorio, y la observación y eliminación constante de las compensaciones.
Si no se tienen en cuenta estas compensaciones, el acortamiento pasará a otro segmento. Así es como al poner en estiramiento una nuca, por ejemplo, la tensión se trasladará a otro punto; pudiendo aparecer en los hombros, la cintura, las piernas, los pies..., mediante acortamientos, lordosis, rotaciones, latero-flexiones, el bloqueo respiratorio en inspiración etc., que intentan preservar la longitud global de la cadena. Es debido a esta facultad de las cadenas para recuperar la tensión en otro punto que el trabajo analítico y localizado en un solo segmento, da tan pobres resultados.
Nuestro trabajo por lo tanto, al nivel mecánico, consiste en impedir la acción de las vías alternativas compensatorias para recuperar de nuevo la flexibilidad muscular y la liberación de los movimientos inhibidos.

Aparecen las causas.
Al acercar de nuevo el cuerpo a su eje, al impedir las vías alternativas, pueden aparecer las causas ocultas que iniciaron el proceso de desequilibrio o de la tensión profunda.
Aparecerá quizás un antiguo dolor físico olvidado, dolor que corresponde muchas veces al “dolor oculto” pero también, memorias, emociones, experiencias, imágenes o movimientos cuya información o respuesta estaba retenida en estas contracciones. Expresiones emocionales del cuerpo, emociones e informaciones que, una vez liberadas, permitidas y elaboradas, llevarán a una mayor comprensión de un@ mism@, a nuevas posibilidades de expresión y al cambio.

La implicación de todo el ser.
La espiral de compensaciones que a lo largo de nuestra vida va moldeándonos y condicionándonos, se manifiesta con diversas sintomatologías que pueden ser de tipo articular, visceral y, o psíquico.
Mediante el trabajo corporal el cuerpo va recuperando su equilibrio físico. Sin embargo para lograr un cambio estable y en profundidad, es necesario que todo el ser se ponga en disposición para transformar un sistema que hasta ahora, bien o mal, le había permitido adaptarse y sobrevivir.
El trabajo corporal abre las vías; sin embargo estas vías deberán ser transitadas de nuevo. Habitar de nuevo cada parte del cuerpo implicará aceptar la información, la sensación y su expresión con todas las connotaciones psicológicas que ello pueda tener.
Cuando la persona abre su sistema defensivo, necesita a alguien a su lado que le acompañe en las vivencias de situaciones antiguas o nuevas, para poder procesarlas y asimilarlas. Necesita el conocimiento, la buena disposición y la calidez de parte del/de la terapeuta.
Este/a, tiene la función de buscar la forma adecuada para ayudar a cada persona a encontrar la mejor manera para liberar estas tensiones y abrirse a nuevas percepciones de sí misma.
Además de tener capacidad de observación para ver los mecanismos de compensación y defensa, que son diferentes en cada persona, ha de conocer la forma de desanudar las tensiones, abrir los bloqueos en cualquier punto de estas cadenas, facilitar la expresión emocional del cuerpo y comprender la evolución de los movimientos que han quedado fijados. Debe también conocer como a diferentes estructuras corporales corresponden diferentes estructuras psíquicas y cuáles son las contracciones musculares crónicas que las determinan.

El conocimiento y el propio proceso personal.
Serán los que capacitarán al/a la Diafreo-terapeuta o Diafrista para acompañar a las personas en el proceso emocional que acompaña a la liberación de las tensiones profundas, ayudándolas a relacionar su vida con su estado corporal.
En este espacio terapéutico el/la cliente podrá explorar cómo funciona su musculatura, qué movimientos han quedado fijados y cuáles no puede realizar. Podrá relacionar su estado muscular y su vida emocional. Será invitad@ a estar a la escucha de la circulación energética: percibirla, y comprender donde, porqué y en qué circunstancias se bloquea y de qué manera puede abrirla de nuevo. Encontrará en este espacio, también, comprensiones y herramientas para ayudarse a sí mism@, para que el sentimiento de confianza llegue a ser superior al miedo a soltar las defensas.
A partir de este trabajo podrá observar y explorar su vida cotidiana. Observar cuáles son las situaciones en las que su musculatura se vuelve a contraer y su respiración se bloquea de nuevo; cuáles son las percepciones o expresiones dolorosas y conflictivas que necesita bloquear. Se dará cuenta de lo que está expresando su cuerpo con su actitud y estructura y de qué manera ello condiciona su forma de relacionarse.
Y, con el tiempo, podrá ir relacionando todo ello con la historia de su vida.
Cada situación física corresponde a una situación emocional diferente.
La observación y la adaptación a cada proceso personal, sin generalización, es lo que distingue un método de una técnica.
Finalmente, las respuestas están siempre, en cada un@: el/la terapeuta es, en realidad, un vehículo, un/a facilitador/a del proceso; no es nunca el/la poseedor/a de la llave.

La conquista del espacio interno.
Las posturas de estiramiento ayudan a liberar las tensiones.
Sin embargo, será muy importante también afinar y liberar uno de nuestros sentidos más sutiles, el cenestésico, que abre la conexión con nuestras sensaciones internas.
Y son éstas, las sensaciones de nuestro ser más profundo las que nos conducirán hacia “el espacio interno”. Este espacio que tiene una trascendencia fundamental porque es en él donde se sitúa la percepción y la conexión con la parte más auténtica de nuestro ser, con esta zona de luz, paz y sabiduría, que las circunstancias de nuestra vida han dejado más o menos cubierta, más o menos escondida. Será a partir de recuperar la capacidad de conexión con este espacio, que lograremos cicatrizar los agujeros de la estructura de nuestro Yo, esta estructura interna que nos permite afrontar las circunstancias externas como tales.
Y el método Mézières, uno de nuestros pilares en Diafreo, es un preciso y precioso medio que nos facilita el acceso a estos espacios, porque mediante la liberación de las tensiones profundas posibilita la abertura de las vías que llevan a ellos.

Por Malén Cirerol

Malén ha sido una de mis Maestras, he tenido le suerte de Formarme con ella durante los años 1993 a 1996. Gracias Malén.
Mariana Benetti.

30 de octubre de 2012

Alexander Lowen , Bioenergetica Años 50.Padre del Analisis Bioenergetico


ESCUELA PARA LA VIDA


Curso ¿QUIENES SOMOS?

I Trimestre -Yo el numero uno-

2ª Taller -Mis Emociones-


Dia: -10 de Noviembre de 2012-.
Lugar: Centro Conepsión Gran Vía, 55, 9º-F
Coste: 65 €
Horario: comenzamos a las 10 hrs.
Terapeutas: Angeles Gorgas y Mariana Benetti.
Más información e inscripción llamando al 655523356.

15 de octubre de 2012

Clase abierta Ejercicios Bioenergéticos y Diafreo en Madrid

Buscaremos aflojar la rigidez, aumentar la expresión de nuestro sentir y encontrar la fuerza que facilite lo espontáneo para ir obteniendo más de nosotras/os mismas/os.
Con el aumento de la respiración profunda, de movimientos, desbloqueo y de posturas específicas de estiramientos terapéuticos- corrección postural, equilibrando nuestro cuerpo y así nuestra mente. 


Sesión abierta Jueves 7 Febrero., 20.00 has. Confirma asistencia.

Mariana Benetti. Telf. 655 523356
Centro Conepsión en Gran Vía, 55 -9, F. Madrid.

14 de septiembre de 2012

ESCUELA PARA LA VIDA





Hace ya casi dos años que fundamos el centro Conepsión, fruto de este camino que hemos andado creamos ESCUELA PARA LA VIDA en la que aunamos nuestros  conocimientos y la experiencia de nuestra vida profesional.

Desde este espacio  deseamos ofrecer programas orientados al crecimiento personal, para que la vida nos sea más feliz y plena, con menos conflictos, dándonos herramientas para la realización de nuestros sueños.

El primer curso que empezamos en este mes de octubre lo titulamos:
                        
                            ¿QUIENES SOMOS?

Los temas y las fechas son.
I Bloque  -YO - EL número uno-
     1º- Mi cuerpo. 27 de octubre 2012
     2º -Mis emociones. 10 de noviembre  de 2012
     3º- Mis espacios. 15 de diciembre de 2012

II Bloque –LOS DOS-
     1º-¿Cómo nos relacionamos? 19 de Enero de 2013
      2º- Relaciones nuevas (fantásticas, virtuales o reales). 23 de        Febrero de 2013
      3º-Relaciónes profundas. 16 de Marzo de 2013

III Bloque –ENTRE MUCHOS-
      1º-Amor, Amistad, Sexo. 13 de abril de 2013
      2º- Amor profundo, 11 de mayo de 2013
      3º-El amor, la Trascendencia y Naturaleza. 31,1 y 2 de junio de    2013

El curso se desarrollara a lo largo del 2012-13, cada trimestre consta de  tres talleres, un sábado al mes; la duración de cada taller será de 6 horas, excepto el ultimo taller, resumen y colofón de todo lo andado, que realizaremos durante  un fin de semana residencial y en un lugar de la naturaleza

Creemos que lo más conveniente es realizar el programa completo ya que esta secuenciado progresivamente.

Coste: 65€ por taller de sábado, el precio del último taller esta por fijar.

Información y preinscripción  en:
Centro Conepsión.
C/ Gran Vía 55 9º F. Tfno. 655523356.

Terapeutas:
Ángeles Gorgas
Psicoterapeuta en Análisis Bioenergético.
Certificada por la Sociedad Madrileña de A. Bioenergético SOMAB  y por el Instituto Internacional de Análisis Bioenergético –IIBA- Suiza.
Psicóloga Clínica  UC de Madrid.
Especialista en Estrés y Estrés Postraumático simple y complejo.

Mariana Benetti
Psicoterapeuta en Análisis Bioenergético.
Certificada por la Sociedad Madrileña de A. Bioenergético SOMAB  y por el Instituto Internacional de Análisis Bioenergético –IIBA- Suiza.
DiafreoTerapeuta (terapia Somato-psíquica) Malen Cicerol y Linda Jent en Palma de Mallorca y Madrid.
Diplomada en Educación. Certificada por el Ministerio de Educación y Ciencias. Madrid.
Profesora en Educación a través del Movimiento. Por el Instituto del Profesorado en Educación Física -IPEF- Ministerio de Educación. Argentina. 

*Ambas psicoterapeutas poseen más de 15 años de experiencia en el campo de la Psicoterapia individual y grupal.

 CENTRO CONEPSION, Psicoterapia Corporal y Análisis Bioenergético