TRISTEZA Y APEGO
Relaciones de apego, esos lazos afectivos que formamos con personas que son las más importantes para nosotras/os y sirven para proporcionar una sensación de seguridad emocional y regular la vitalidad.
Vínculo es la relación entre madres y padres, personas que les
cuidan y que son importantes para el bebé, se construye tanto durante la gestación
como después del parto. Por supuesto, esta relación puede variar de persona, en
general se trata de aceptar, proteger y dar amor a un bebé, que es totalmente dependiente.
A nivel fisiológico, existen una serie de hormonas que
elevan sus niveles en las/ los cuidadores durante este proceso, favoreciendo el
desarrollo de emociones y sentimientos de protección hacia el bebé. Durante la
licencia parental, las madres y los padres son no solo más sensibles a sus
hijas/jos, sino también a otras/os niñas/os.
En caso de pérdida durante el embarazo, la reacción de
tristeza es inevitable, aunque la relación de apego que existe no es tan fuerte
como cuando la pérdida del bebé se produce una vez que éste ha nacido o tiene varios años. Ésta es una de las
mayores pérdidas que puede sufrir una persona.
La relación de apego también se desarrolla en sentido
inverso, es decir, entre la/el bebé y sus cuidadores. Dependiendo de cómo se trata
a la niña/o, cómo es el contacto físico, emocional, la comunicación etc.
Una relación que aporte aceptación o rechazo, seguridad o
incertidumbre …
Una madre deprimida tiene una relación de apego con su hija/o
que puede ser insegura, lo que lleva a depresión en la pequeña/o a largo plazo.
Aquí quiero agregar que la falta de presencia de cuidado y acompañamiento del
padre muy común en nuestra sociedad, donde los cuidados están sobre agenciados
a la madre, dando como resultado una excesiva demanda hacia las mujeres y poca o
nula participación de los hombres, también son consecuencia de una insuficiente
respuesta segura hacia el infante y su mamá/cuidadora. Por ello es necesario
hacernos conscientes que hace falta un cambio de paradigma en cuantos y cuando
se harán cargo de la crianza, la asistencia afectiva y practica hacia ambas/os.
También se ha observado que algunos niños adoptados tienen
algún retraso cognitivo debido al tipo de apego por problemas de estimulación relacionadas
con experiencias previas a la adopción que no puede evolucionar hacia una mejora.
Esto se debe a que nuestros cerebros son muy plásticos por un tiempo y pueden
realizar ciertas funciones a pesar de los obstáculos, pero después es mucho más
difícil desarrollar ciertas funciones mediante la estimulación y el
aprendizaje.
Por ejemplo, cuando un niño sufre abandono de sus padres y se
cría en condiciones similares a las de un orfanato, existe una alta
probabilidad de que desarrolle problemas de apego inseguro.
Estos niñas/os tienden a ser más irritables, agresivos y menos
capaces de aprender a medida que crecen. La irritabilidad puede estar
estrechamente relacionada con tristeza, particularmente en la niñez.
La tristeza es el primer y más importante criterio en el
diagnóstico de depresión, y lo es la irritabilidad en niños y adolescentes.
Otro caso. Si el niño ha desarrollado un tipo de apego inseguro-evitativo,
es más probable que esté ansioso; cuando es del tipo de apego inseguro resistente-ambivalente
será más temeroso y si eres del tipo de apego inseguro-desorganizado
serás más hostil y agresivo.
Estos tipos de apego fueron desarrollados por Joan Bowlby
Psicoterapeuta Infantil-Psicoanalista.
Aquí os dejo un cuadro que muestra de
manera sintética el efecto en adultos según sus estilos de Apego y sus características
en las relaciones de pareja.
Apego Seguro uno y Apegos inseguros tres: Evitativo,
Ansioso, Desorganizado.
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