O El Crítico Interno
Una
introducción al tema
Tod@s
tenemos un@ Crític@ Intern@.
Tod@s, sin distinción de género, edad, raza, cultura, desarrollamos un mecanismo de autorregulación que trabaja por nuestro bienestar, determinar cuándo nos hemos equivocado, las repercusiones que pueden tener nuestros errores (las consecuencias) y qué solución podemos aplicar cuando los hemos cometido.
¿Qué
haríamos si no dispusieramos de este mecanismo de control? Seguramente, no
llegaríamos a adultos, sucumbiríamos ante nuestros errores, que se repetirían
una y otra vez hasta que fueran fatales para nuestro desarrollo.
Sin embargo,
hay personas que parecen sufrir más que otras con este proceso, personas que
sienten en todo momento una voz crítica que les corrige, regaña, castiga y en
realidad, les maltrata, sin que puedan hacer nada más que seguir intentando
hacerlo bien para nunca conseguir una sensación de bienestar.
En terapia trabajamos
por un@ critic@ Intern@ amable y cuidador@ que nos ayude a autorregularnos, para
conseguir esta sensación de bienestar.
- ¿Qué pasos
habría que seguir para lograr cambiar el Crítico por un Cuidador?
Básicamente,
son cinco:
1. Tomar
distancia de la voz crítica.
2. Reconocer
al Crítico Interno como una parte nuestra y buscar la sensación legitima
como otra parte que se encuentra debajo
3.
Permitirse expresar el posible enfado, desesperación, etc. que se siente
respecto al Crític@
4.
Comprender al Crític@: ¿qué puede querer de mí? ¿de qué me quiere proteger?
¿qué función está ejerciendo?
5. Sustituir
al Crítico Interno por un Cuidador Incondicional.
Por
supuesto, de nada sirve leer mucho sobre el tema si no se ejercita cada uno de
estos pasos, con calma y confianza en el proceso.
*Bibliografía
Manual
Práctico de Gendlin. Carlos Alemany - Focusing y el crítico interno.
* Esta tabla está inspirada en: Amodeo, J., Wentworth (...) Crecer en intimidad. Guía para mejorar las relaciones interpersonales. Bilbao: Desclée De Brouwer.
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